¡Manos a la obra! En una bandeja vamos a echar todas nuestras almendras.
Ahora, las llevaremos al horno a 325 °C de 10 a 15 minutos. Pero, ¡Ojo! Cuidado se les queman porque si no la mantequilla quedará amarga, solo deben esperar que se doren.
Luego de esto, la vamos a llevar a un mixer o licuadora por 15 minutos, apagándola y removiendo en intervalos de 3 minutos.
Verás cómo se hace una harina y, a medida que las trituras, notarás que va tomando consistencia.
Una vez que notes que está completamente cremosa -o si gustas le dejas unos trocitos- la retiras para llevarla a un tarro totalmente hermético.
Puedes disfrutarla con frutas, pan integral alto en fibra, galletas o mejor dicho, con lo que más te guste.
Aunque si quieres compartirlo con los más pequeños de la casa, puedes agregarle leche de almendras, miel y listo.