¿Has escuchado la frase “el cielo es el límite”? Pues, yo últimamente siento que no lo hay…
Estos meses no han sido fáciles, ¡lo sé! Y todos lo saben.
Sin embargo, sigo trabajando en volverme una mejor versión de mí. No sólo por mi familia, sino por mí misma.
Recuerden que estando bien nosotros, podemos estar bien con el entorno y hacerlos sentir bien a ellos, ya que no somos otra cosa que el reflejo de lo que llevamos por dentro.
Entonces, mi pregunta es: ¿Qué quieres proyectar?
¿Angustias, negativismo, preocupación, ansiedad? ¿O prefieres sentirte bien, alegre y entusiasta?
Estas preguntas las hago no con la intención de ser una especie de psicóloga, tampoco les estoy diciendo que está prohibido sentir desánimos en algún momento determinado. De hecho, como les dije antes, sé que este año no ha sido fácil, y es normal que predominen en nosotros los sentimientos y pensamientos negativos. Pero, si hemos podido levantarnos siempre que nos caemos, ¿quién dijo que ahora no es un buen momento para hacerlo?
Debemos ser constantes y disfrutar cada instante, con sus altos y bajos.
Cada uno trae consigo nuevas experiencias y aventuras.
Debemos levantarnos y dar lo mejor de nosotros para que podamos ver los resultados más temprano que tarde, y para que sean solamente cosas buenas las que transmitamos y aportemos al mundo.
¿Qué es mejor? ¿Contagiar tristeza o contagiar alegría?
Lo dejo de reflexión…
¡¡¡Conquista tu cielo y alcanza tus sueños!!!