¡Hola, mi gente!
Hoy quiero hablarles de un tema importantísimo como lo es nuestra digestión. Por esa razón, vengo con cinco tips que, cumpliendo la mayoría de ellos de forma religiosa, podrás mejorarla y así notar los cambios (para bien) en tu organismo.
La clave está en poner un poquito de nuestra parte y ser constantes…
Ahora, ¡presta atención!
Agua tibia con limón
Lo mejor que puedes hacer es tomarla en ayuno.
En una tacita de agua tibia, vierte una cucharadita de zumo de limón y revuelve.
El agua tibia limpia tu intestino, y el limón desintoxica el hígado y ayuda a alcalinizar el organismo, pues cuando éste es más alcalino que ácido, las enfermedades disminuyen.
Detectar emociones
Antes de comer, lo más recomendable es saber cuál es tu emoción en ese momento. Si estás estresado, si tienes ansiedad, rabia, etc. Luego debes rectificarla y respirar profundo.
Inhala por la nariz, exhala por la boca, aléjate del celular y ¡relájate!
Sólo así podrás obtener una digestión óptima.
Alimentación limpia
Una alimentación limpia significa disminuir el consumo de frituras, de comida en la calle, etc., y enfocarte más en agregar ensaladas y cualquier tipo de alimentos sanos a tu rutina alimenticia.
Masticar la comida
Cuando masticas bien la comida (entre 15 y 20 veces), activas enzimas, ya que sin enzimas, no puedes digerir.
Probióticos
Los probióticos son muy importantes para mantener la flora intestinal poblada. Y para ello, puedes consumir vinagre de cidra de manzana fermentado, agua de coco fermentada, vegetales fermentados, etc.
No esperen más, mi gente.
Trácense como meta poner en práctica estos consejitos para que puedan comenzar tener un proceso digestivo adecuado y así evitar males y enfermedades.