¡Hola, amigos!
¿Qué tal están todos?
Si hay algo que siempre me llena de alegría, sentimiento, agradecimiento y muchísima emoción, es recordar el día en que me enteré que estaba embarazada; es decir, cuando supe que mi Moet venía en camino.
Y tal como lo menciono en el video (que por cierto, ese siempre será mi gran y hermoso recuerdo), no lo había planificado, no lo había buscado, ¡simplemente pasó!
Y pasó para cambiarme la vida, para llenarme de mucha más alegría, para convertirme en una mujer con muchísimas más responsabilidades, para enseñar, pero también para aprender, para saber lo que es un amor inmenso, para entender que nunca había sido capaz de amar con tanta locura y fuerza, para llorar, para reír, en fin… ¡Para hacerme la mujer más feliz!
Y aún conservo ese videíto en mi canal de YouTube, pero como todo ocurrió hace muchos años, quedó rezagadito por ahí. Y por esa razón lo traigo el día de hoy para ustedes, para que, en caso de que no lo hayan visto nunca, sepan cuál fue mi reacción al entrarme…
¡Pero no les adelantaré más!
Sólo espero que les guste y que lo disfruten así como yo me disfruté ese momento al máximo.
¡Los quiero mucho, mi gente!
Bye!!!