¡Hablemos de motivación!

¡Hola, amigos! ¿Qué tal?

Hoy estoy aquí para hablarles de un tema súper importante que nos compete a todos, y es la motivación… Esa que se pierde en sólo cuestión de instantes, pero que para recuperarla, lastimosamente cuesta muchísimo.

La motivación es básicamente la fuerza que llevamos por dentro (e incluso, que muchas veces adquirimos desde afuera) necesaria para que nos atrevamos a comenzar, dirigir y sostener una conducta. De hecho, muchos expertos la definen como “la raíz dinámica de nuestro comportamiento”.

Es decir, que como quiera que actuemos en la vida, es y será en base a un motivo.

Ahora, es importante que sepan que la motivación nos impulsa a trazarnos hábitos (buenos), crear cosas nuevas, mantener el esfuerzo en esas actividades que para nosotros son productivas y satisfactorias, y a dar cumplimiento a ciertas y determinadas necesidades que juegan un papel importante en nuestras vidas.

Asimismo, es posible clasificarla.

¿Cómo?

Por un lado encontramos la motivación positiva, que es la que nos conlleva a la acción con el fin de obtener algún beneficio. Mientras tanto, la motivación negativa es la que nos conduce a realizar acciones para prevenir posibles consecuencias desfavorables o que atenten en contra de nuestro bienestar.

Importancia de la motivación

La motivación es un tema que despierta un enorme interés dentro del mundo de la psicología; ¡y no es para menos!, pues aparte de ser la fuente que nos llena de energía y ganas para culminar aquello que nos hemos propuesto (en cualquier sentido) y como lo mencioné anteriormente, también tenemos que se ha demostrado que es un factor preponderante en otras vertientes emocionales y psíquicas. Por ejemplo, el estrés, la concentración y la autoestima.

Por esa razón, haciéndola parte de nuestros hábitos cotidianos, incrementamos las posibilidades de mantenernos enérgicos y con una muy buena actitud pese a las adversidades.

En otras palabras, la motivación es fundamental para llevar a cabo muchos de los propósitos que, de una forma u otra, requieren algún tipo de esfuerzo o de postergación del placer de nuestra parte…

Así que, mi gente bella, si no tenemos motivación, ¡las acciones se hacen lentas y se convierten en insostenibles…!

Y ustedes, ¡cuéntenme!

¿Qué los motiva?